A lo largo de este texto, explicaremos qué pueden significar las lagañas y cuáles son las particularidades de cada cuadro clínico en el que puede ser un síntoma.
¿Qué puede ser legaña en el ojo del perro?
El principal consejo para saber si la legaña en el ojo del perro es motivo de preocupación o no es comprobar si es necesario limpiar el ojo del animal más de una vez durante el día.
Si después de la primera limpieza esa secreción reaparece rápidamente, significa que es excesiva. Es importante tratar de identificar si hay otros síntomas, además de llevarlo al veterinario para que diagnostique en caso de que sea alguna patología.
Además, es fundamental observar la parte blanca del ojo del perro y ver si hay alguna anomalía, ya sea un enrojecimiento, la aparición de algún vaso sanguíneo o la presencia de alguna mancha.
En caso de que ocurra alguna de estas opciones, el viaje a un especialista debe hacerse con urgencia, lo antes posible, porque la visión del perro puede estar en riesgo.
La legaña en el ojo del perro en exceso puede significar:
Desnutrición
Cuando el animal no recibe la cantidad y calidad necesaria de nutrientes que necesita, su organismo puede reaccionar a través del ojo lacrimejando que genera la presencia de legañas.
Además de la posibilidad de que el perro no esté ingiriendo la variedad de nutrientes que necesita, puede ser que su sistema digestivo no esté consiguiendo absorber todos esos nutrientes con la eficacia esperada.
En algunos casos, se recomienda que la mascota supla esta carencia incluyendo la ingesta de vitaminas en su vida diaria. Para saber más sobre el tema, lea sobre 5 vitaminas esenciales para los perros.
Por lo tanto, es esencial mantener los desparasitantes de su mascota al día. Si esto no ocurre, es posible que los gusanos vivan en el cuerpo del perro. Esto puede provocar anemia, diarrea y otros problemas nutricionales, además de lagrimeo y aparición de legañas excesivas.
Alergia
La mascota puede estar teniendo alguna reacción alérgica a algún cambio en el contexto en el que vive, ya sea el clima, el contacto con el polvo, la suciedad de la casa o incluso la alergia a algún tipo de alimento que no está acostumbrado a comer.
Esto acaba provocando un lagrimeo excesivo y la aparición de legañas. Por lo tanto, notar lo que alteró en lo cotidiano del perro que puede haber generado la reacción es fundamental en ese caso.
Si realmente se trata de una crisis alérgica, probablemente se facilite el diagnóstico.
Conjuntivitis
La inflamación en la conjuntiva, generalmente causada por bacterias o virus, pero también puede ser consecuencia de alergias o contacto con tóxicos, provoca el famoso enrojecimiento y picor, además del aumento del volumen ocular y la producción de legañas.
No es una enfermedad grave, pero la mascota debe ser llevada al veterinario para recibir el tratamiento adecuado.
Síndrome del ojo seco
Esta enfermedad genera al perro bastante malestar, haciendo con que se frote mucho el ojo, parpadee con una frecuencia y una intensidad mucho mayor que la común, además se nota la producción excesiva de legañas.
La enfermedad puede ser causada por una bacteria, algún impacto en el ojo del perro o por una deficiencia de las glándulas lagrimales que termine comprometiendo la visión del perro.
El malestar generado por ese síndrome es mayor y más fácil de notar. El viaje al veterinario en ese caso también es urgente porque la visión del perro puede verse seriamente comprometida.
Glaucoma
A partir de una forma más silenciosa y discreta, el glaucoma, al igual que en los humanos, va tornando la visión cada vez más borrosa, provocando irritación, enrojecimiento y producción de legañas.
Se produce por un exceso de líquido en el interior de los ojos, que desregula la presión en esta zona.
Cuando se notan los primeros síntomas, es importante acudir al veterinario lo más pronto para que la enfermedad no progrese. Al igual que en el caso del síndrome del ojo seco, el glaucoma también puede hacer que el perro parpadee mucho.
¿Cómo limpiar las legañas en el ojo del perro?
En el caso de las legañas que aparecen normalmente después del sueño, duras y en la parte externa del ojo, lo ideal es limpiar con una gasa (humedecida, si es necesario). El procedimiento es el mismo si el colirio aparece en este aspecto pero dentro del ojo.
En el caso de las legañas duras pero verdosas, puede ser un signo de una infección ocular. Lo ideal es no intentar limpiar para no agravar el problema y llevar al perro al veterinario.
Los perros con los globos oculares más grandes o más evidentes son más propensos a entrar en contacto con la suciedad, por lo que producen más legañas. La frecuencia de la limpieza y la preocupación por esta parte del cuerpo debe ser mayor.
Es importante acostumbrar a la mascota desde cachorro a una limpieza al menos semanal, evitando la resistencia del animal y la aparición de problemas oculares.
