Es importante decir que actualmente la HIC está controlada y los casos graves son raros, debido a la eficacia de la vacuna. Pero hablaremos más de ello en un momento.
¿Tiene dudas sobre si su perro tiene hepatitis? Para ayudarte, te explicaremos todo sobre la hepatitis, cómo se transmite, cómo se hace el tratamiento y cuáles son los síntomas más comunes.
Recuerda que, ante cualquier sospecha, lleva a tu perro al veterinario lo antes posible, para que sea evaluado y tratado cuanto antes.
¿Qué es la hepatitis infecciosa canina?
La hepatitis infecciosa canina, también llamada enfermedad de Rubarth, es una infección causada por el adenovirus canino tipo 1 (CAV-1), un virus muy resistente al medio ambiente. El virus ataca a las células del hígado, causando una inflamación en el hígado que puede provocar síntomas graves.
Sólo se transmite a los perros, por lo que no es una zoonosis (infección que se transmite a los humanos) y no supone un riesgo para otras mascotas.
La transmisión se realiza a través del contacto con la orina y otras secreciones de animales infectados por el virus y suele afectar a perros de menos de un año o a perros adultos con baja inmunidad.
Hepatitis grave
El gran peligro en relación con la hepatitis es su forma más grave, que puede llevar a la muerte en sólo dos días. La forma como ocurre la muerte hace con que muchos tutores y veterinarios crean que el animal fue víctima de envenenamiento.
¿Existe una vacuna para la hepatitis infecciosa canina?
La buena noticia es que, sí, hay vacuna para la hepatitis y es, incluso, obligatoria. Se trata de la vacuna polivalente para perros, que puede encontrarse como octogonal (V8) o como duple (V10) y ambas inmunizan contra la enfermedad.
Por lo tanto, si su perro aún no es portador de la enfermedad, llévelo cuanto antes a una clínica u hospital veterinario para que lo vacunen.
Lo ideal y recomendable es que la vacuna polivalente se administre en cuanto el cachorro tenga entre 6 y 8 semanas de edad, con 3 dosis a intervalos de tres a cuatro semanas y refuerzos anuales.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis canina?
A veces, la hepatitis se manifiesta de forma muy leve o el perro ni siquiera tiene síntomas. En este caso, tendrá una enfermedad crónica, pero su propio sistema inmunitario puede combatir el virus.
Sin embargo, la enfermedad puede manifestarse en otras dos formas más graves: aguda e hiperaguda.
Forma aguda
Una vez que el perro está infectado, es probable que no aparezca ningún síntoma durante un periodo de 2 a 7 días, cuando se produce la incubación del virus. Después de eso, durante una semana más, síntomas como:
- Falta de apetito y vómitos
- Diarrea y sangre en las heces
- Fiebre
- Tos
- Apatía
- Sangrado por el hocico
- Más ganglios linfáticos inflamados
En casos más graves, el perro puede presentar síntomas neurológicos, como caminar en círculos, tener desorientación, convulsiones, presentar ceguera, apretar la cabeza contra la pared, trombosis, hemorragia en el sistema nervioso central, pérdida de equilibrio o incluso entrar en coma.
Edema corneal
También es posible observar un síntoma conocido como «ojo azul», que es un edema corneal que aparece, en general, después de que el perro sea vacunado o tratado de la enfermedad.
En ese caso, podrá observar, además de la coloración azulada en uno o en los dos ojos, el temblor del párpado del animal (blefaroespasmo) y las secreciones oculares. Se estima que, al menos el 20% de los perros infectados, presentan ese síntoma.
¿Cómo se hace el diagnóstico?
Para saber si su perro tiene la enfermedad, inicialmente, el veterinario verificará el cuadro clínico. Los perros recién nacidos no vacunados con signos de fiebre, problemas respiratorios y gastrointestinales ya forman la hipótesis de la hepatitis.
A pesar de ello, los mismos síntomas pueden referirse a otras enfermedades, lo que dificulta el diagnóstico.
Para la confirmación, se hacen exámenes de Histopatología, Reacción en Cadena de la Polimerasa (PCR) y el aislamiento viral. Desgraciadamente, en los perros con la forma hiperaguda de la enfermedad, esos exámenes sólo se hacen con la necropsia para identificar la causa de la muerte.
¿Cómo tratar la hepatitis canina?
Una de las principales preguntas que se hacen los guardianes que tienen perros con hepatitis es: ¿cómo tratar a los perros con problemas hepáticos?
No existe un remedio específico para la HIC, por eso es tan importante asegurar la inmunización. Pero si su perro está diagnosticado, el veterinario le recetará:
- Suero y fluidoterapia (con soluciones suplementadas con potasio y dextrosa), para que el animal esté siempre hidratado;
- Medicamentos para contener los síntomas, como medicamentos para la fiebre o para inhibir el vómito;
- Antibióticos para evitar otras infecciones bacterianas asociadas.
Lo importante en el tratamiento es mantener el organismo estable y con el sistema inmunológico fortalecido para que el hígado pueda recuperarse de la infección. Algunos animales necesitarán incluso una transfusión de sangre.
Aislamiento de un perro con hepatitis
Si su perro padece hepatitis, es importante mantenerlo aislado para evitar el contagio de otros animales.
El CAV-1 es un virus muy resistente y la limpieza doméstica normal no será suficiente para desinfectar los objetos y el entorno del perro. Para ello, haz una limpieza con amoníaco.
Lleve a su mascota al veterinario
Algunas personas evitan llevar al perro al veterinario ante cualquier signo, por no creer en la gravedad o por querer ahorrar con las consultas. Pero la rapidez en el tratamiento puede ser crucial para dejar a su mascota sana.
Por lo tanto, si nota alguno de los síntomas de la hepatitis infecciosa canina, o si su mascota aún no ha sido vacunada, asegúrese de llevarla a una consulta veterinaria lo antes posible.