No es ninguna novedad que los perros tienen una serie de características y curiosidades que los hacen animales únicos. Cuando se trata de la velocidad, por ejemplo, es habitual que los guardianes se pregunten cuál es el perro más rápido del mundo. La respuesta a esta pregunta está en el pequeño perro que también se considera uno de los más antiguos del mundo, el galgo. Conocida por sus finas y largas patas, esta raza de perro también destaca por su agilidad y velocidad. ¿Tiene curiosidad por saber más sobre el perro más rápido del mundo? Descubra a continuación las principales características que hacen del galgo un buen corredor.
Galgo: el perro más rápido del mundo
Si ya se ha preguntado cuál es el perro más rápido del mundo, sepa que el galgo ocupa esta posición. Al ser capaz de alcanzar hasta 72 km/h, el perro de esta raza destaca entre los demás por su increíble velocidad. La explicación de esta capacidad radica en la esbeltez del cuerpo y en la estructura aerodinámica del animal, que hace posible su agilidad. No es de extrañar que el galgo formara parte del grupo de perros más utilizados para cazar presas, como ciervos y jabalíes, hace siglos. Hoy en día, la velocidad sigue siendo una de sus mayores cualidades y, por ello, es un perro muy utilizado en las competiciones de carreras.
Las patas largas y atléticas hacen del galgo un perro rápido
No hace falta mucho esfuerzo para reconocer a un perro galgo, ya que el animal tiene un rasgo muy notable: el tamaño de sus patas. Muy delgadas, largas y atléticas, son precisamente las que permiten al galgo correr tan rápido sin enfrentar dificultades. Otra característica física que beneficia a este pequeño perro es su cabeza estrecha y alargada. Esta condición proporciona al animal una visión de alta resolución que no tienen otras razas de perros, lo que facilita mucho la carrera. Además, su pecho, notablemente más profundo, ayuda a su fuerte sistema cardiovascular.
El perro más rápido del mundo necesita paseos y actividades diarias
Aunque es un perro más independiente y apenas vive siguiendo a sus humanos, el perro de galgo requiere algunos cuidados a la hora de los paseos. Por ser un perro naturalmente atlético que fue desarrollado precisamente para correr y cazar animales, requiere una rutina con ejercicios físicos diarios para gastar la enorme energía que tiene. En este caso, las actividades más adecuadas son los paseos al aire libre, ya que así el animal puede ejercitar sus largas patas. Por eso, si vives en un piso y estás pensando en adoptar un perro de esta raza, es importante que tengas en cuenta que darás largos paseos con tu amigo al menos una vez al día. Las características del galgo lo convierten en un gran compañero deportivo: el perro puede acompañarle en carreras, senderos y otras aventuras por ahí.
