La tecnología y la ciencia evolucionan constantemente y, para alegría de los cuidadores de mascotas, la medicina veterinaria sigue esta evolución.
La ecografía veterinaria, por ejemplo, se utilizó por primera vez en animales en 1956. En las últimas décadas se ha convertido en uno de los métodos más importantes y eficaces para examinar y diagnosticar enfermedades, lo que permite tratamientos más eficaces.
Si el veterinario de su perro o gato ha ordenado una ecografía, no hay que preocuparse. Es un examen sencillo y le explicaremos todo lo que necesita saber ahora.
¿Qué es la ecografía veterinaria?
La ecografía es un examen realizado con un aparato especial que emite sonido y capta el eco generado por ondas ultrasónicas de alta frecuencia. Explicaremos mejor esta operación.
Antes, es interesante entender que con este sonido, es posible visualizar los órganos internos del animal y evaluar técnicamente la textura, morfología y tamaño de estos órganos.
En otras palabras, ver y comprender como es su mascota por dentro: es lo que permite la ecografía veterinaria. Con la ecografía se puede comprobar si hay algo fuera de lo normal.
¿Cuáles son los principales tipos de ecografía veterinaria?
La ecografía se utiliza para la evaluación de diferentes enfermedades y, para ello, se realiza en varias partes del cuerpo del animal. Conozca los principales tipos:
Ecocardiografía
El ecocardiograma es la ecografía específica que se realiza para las enfermedades cardíacas. Este examen es extremadamente importante, ya que las patologías cardíacas en perros de pequeño tamaño pueden ser graves y, por lo tanto, un diagnóstico temprano es ideal.
Ese examen funciona de la misma manera que la ultrasonografía, a través de ondas sonoras que captan los ecos y forman imágenes. Es un examen seguro e indoloro, no es invasivo y no ofrece ningún riesgo para su mascota. La única observación es que puede ser necesario eliminar parte del pelo del animal para facilitar la captura de las imágenes.
La mayoría de las veces, la mascota no necesita ser sedada para someterse al procedimiento, sino que debe permanecer tumbada de lado durante todo el proceso. En algunos casos, la mascota puede estar estresada o con falta de aire y, si esto ocurre, se recomienda suspender el examen hasta que se estabilice.
A través del ecocardiograma con Doppler, es posible comprobar las válvulas del corazón del animal, analizar cómo es, la dirección y la velocidad del flujo sanguíneo del corazón.
Ecografía abdominal
Con la ecografía de la región abdominal es posible evaluar todo el sistema digestivo del animal, además del sistema urinario, el útero de las hembras (por lo que se suele utilizar durante la gestación), las glándulas suprarrenales y otros. Con ello, es posible identificar enfermedades gástricas, intestinales, biliares y renales, como los cálculos renales, por ejemplo.
Ecografía torácica
Otro examen muy solicitado por los veterinarios es la ecografía de la región del tórax. Es muy útil para identificar problemas pulmonares, como cuando el perro está siempre jadeando o una enfermedad muy común en perros y gatos, el edema pulmonar, que se trata de la acumulación de líquido en los pulmones.
¿Cómo funciona la ecografía en los perros?
Explicando técnicamente, el aparato veterinario de ultrasonidos tiene un transductor (parte que toca el cuerpo del animal y que emite ondas sonoras).
Esas ondas se propagan por el organismo hasta alcanzar tejidos de diferentes densidades, como líquidos, tejidos blandos, grasas y huesos.
Por cada densidad que reflejan los tejidos, la onda sonora se manifiesta de forma diferente y es captada de nuevo por el transductor, en forma de eco. Después, se procesan y se transforman en una imagen.
A partir de esta imagen, es posible evaluar las quejas del tutor sobre la mascota y así indicar el mejor tratamiento para el problema, si es que lo hay.
¿Cuándo necesita el animal una ecografía?
El examen ecográfico veterinario ayuda a detectar alteraciones en los órganos del animal, como irregularidades de engrosamiento. Este tipo de alteración no es posible verla en la radiografía, por ejemplo.
Por lo tanto, cada examen médico está indicado para alguna situación específica, es decir, no es posible ofrecer todas las respuestas sobre la salud de su mascota a través de un solo examen.
El examen de ecografía veterinaria se suele solicitar en casos de:
- Vómitos y diarrea;
- Dolores abdominales;
- Sospecha de cuerpos extraños en el intestino de su mascota;
- Falta de apetito constante;
- Presencia de líquidos en el interior del abdomen;
- Masas o anormalidades encontradas durante el examen físico;
- Alteraciones en los análisis de sangre y en las radiografías;
- Perras embarazadas y gatitos.
- Regiones del cuerpo para realizar la ecografía
- Mediante la ecografía veterinaria es posible visualizar mejor algunas regiones del cuerpo, son
- Región cervical
- Abdomen
- Tórax;
- Ojos;
- Corazón;
- Tendones, ligamentos y articulaciones;
¿Cómo puedo calmar a mi perro en el momento de la ecografía?
Dado que no se trata de un examen rutinario, es habitual que su perro se agite más en el momento de la ecografía.
Este estrés puede ser incluso un factor de complicación en el momento del examen. Incluso porque es imprescindible que el animal permanezca tranquilo para que el equipo detecte de forma correcta todos los órganos.
Pero, al fin y al cabo, ¿cómo puede calmar a su perro en el momento de la ecografía? Separamos a continuación algunos consejos, compruébalo:
- Acompañe a su perrito en el momento del examen. Su presencia puede transmitir seguridad y tranquilizar al animal;
- Evite dar a su mascota alimentos que le produzcan gases, ya que pueden interferir en la nitidez de la imagen. Es el caso de los alimentos crudos, como la leche y sus derivados. Si su perro sólo come ración, intente no cambiar de marca unos días antes del examen;
- Si el veterinario lo autoriza, juegue y pasee con su mascota antes del examen. Cuando su perro se cansa, la posibilidad de estrés y agitación disminuye;
- Mantenga la calma y tranquilice a su mascota.
¿Es necesario sedar a la mascota?
El procedimiento de ultrasonografía es extremadamente sencillo, eficaz e indoloro. Ni siquiera es necesario sedar a su mascota.
Por supuesto, puede haber cierta incomodidad en el animal, ya que no está acostumbrado a la sensación que produce el examen. Pero un veterinario experimentado y atento sabrá cómo llevar a cabo el procedimiento de la manera más amable para su mascota.
