La colitis en los gatos (también llamada enfermedad inflamatoria intestinal) es una afección más común de lo que se cree y suele ser una de las razones por las que un gato tiene diarrea. La enfermedad provoca cambios en los intestinos de los gatos y necesita atención para no convertirse en algo más grave. Aunque es una enfermedad que puede afectar a cualquier felino, algunas razas de gatos tienden a verse más afectadas por el problema, como es el caso del siamés, el persa y el maine coon.
Colitis en los gatos: qué es y las principales causas de la enfermedad
La colitis en los gatos se caracteriza por una inflamación en la mucosa del colon, que es una parte del intestino del animal responsable de la absorción de alimentos y líquidos. La inflamación puede presentarse de dos maneras: aguda o crónica. En el primero, el período de inflamación del intestino suele ser corto. En la inflamación crónica, el proceso inflamatorio tiende a tener una larga duración, pudiendo alcanzar unas dos semanas.
Las causas de la colitis en los gatos pueden ser tanto factores bacterianos como relacionados con el entorno en el que vive el animal. Por ello, no es posible determinar de forma única lo que motiva la enfermedad inflamatoria intestinal. Los gatos que viven en lugares estresantes e incómodos, por ejemplo, pueden desarrollar la enfermedad como respuesta: la hormona del estrés provoca la inflamación del colon, causando diarrea.
Colitis en los gatos: suelen tener diarrea y deshidratación
Si vives con un gato sabes bien lo difícil que es para los gatos mostrar cuando tienen un problema de salud, por lo que son expertos en enmascarar cualquier signo de que algo no va bien. Sin embargo, cuando se trata de colitis en gatos, los signos son un poco más evidentes. El tutor notará síntomas como la diarrea, la disminución de la frecuencia de las deposiciones y la presencia de moco o sangre en las heces del gato. El animal también puede vomitar junto con la diarrea, lo que rápidamente da lugar a un cuadro de deshidratación aparente. Además, el felino suele presentar letargo, flatulencia y gran pérdida de peso. Siendo así, es muy importante que ante cualquier síntoma el tutor busque la ayuda de un médico veterinario y no medicar a la mascota por su cuenta. El uso inadecuado de medicamentos para la colitis en gatos puede perjudicar aún más la salud de su mascota.
¿Cómo se diagnostica la colitis en los gatos?
Lo ideal es que cuando se sospeche de una colitis en los gatos, el tutor acuda al veterinario lo antes posible. Sólo entonces será posible realizar el diagnóstico mediante exámenes y asegurarse de que la enfermedad no se convierta en una afección más grave, como la sepsis, que es cuando las bacterias o trozos de bacterias viajan por el torrente sanguíneo encontrando otros órganos, lo que provoca una infección generalizada. El diagnóstico de la colitis puede hacerse de diferentes maneras. Generalmente, el primer examen que se realiza es la ecografía, ya que permite evaluar las asas intestinales del animal y así verificar cualquier alteración de tamaño o una posible inflamación. Otra prueba que se puede hacer es el análisis de heces para descartar la presencia de parásitos o enfermedades endocrinas como la pancreatitis felina. Además de esto, el recuento sanguíneo también suele ser solicitado por el profesional para ayudar a elegir el mejor medicamento para tratar el problema
Colitis en gatos: el tratamiento varía según la causa de la enfermedad
Una vez confirmado el diagnóstico, es el momento de tratar la colitis en los gatos. El tratamiento debe hacerse con el veterinario y varía según la causa de la enfermedad. En el caso de la colitis causada por parásitos, por ejemplo, el uso de vermífugos es la mejor solución. Ya en los casos en que el cuadro es causado por otros factores, los antiinflamatórios pueden ser necesarios. Pero vale la pena recordar que el uso de medicamentos para la colitis en los gatos debe hacerse con gran atención, ya que los animales tienden a tener un cuerpo más sensible. Para asegurar el tratamiento correcto, es esencial seguir las directrices del profesional.