Aunque es un momento temido por los tutores, las visitas al veterinario son imprescindibles para controlar la salud del gato. Al fin y al cabo, incluso cuando no hay síntomas de enfermedades, las revisiones y la actualización de las vacunas son extremadamente necesarias. Como son animales metódicos y reservados, casi siempre la experiencia en el veterinario acaba estresando al gato. Recibir al veterinario en casa es una opción a la que suelen recurrir los propietarios de gatos para preservar su bienestar. Pero, ¿en qué casos es recomendable llevar al animal a una clínica y cuándo llamar al veterinario para que lo atienda en casa? ¿Qué hacer en caso de emergencia? Pensando en ayudarte en esta decisión, separamos aquí todo lo que necesitas saber sobre cada método para elegir la mejor opción para tu mascota.
La clínica veterinaria garantiza todo el apoyo necesario para su gato
Quien tiene un gato en casa sabe bien lo importantes que son las visitas al veterinario, ya sea para actualizar las vacunas o para diagnosticar precozmente algunas enfermedades silenciosas que sólo manifiestan síntomas cuando ya están en un estado avanzado. Llevar al animal a la clínica tiene algunas ventajas, como el apoyo que se ofrece en el entorno de una consulta médica. Aunque sea más incómodo para algunos felinos, las clínicas veterinarias cuentan con los equipos y las estructuras necesarias para atender al animal de la mejor manera posible. Ese tipo de servicio es más indicado en casos de urgencia, pues el gato puede necesitar una estructura que no es posible llevar para la casa del tutor, como medicamentos, exámenes específicos, equipamientos y hasta cama de hospitalización.
El veterinario en casa es más cómodo para el gato
Uno de los mayores desafíos para los tutores de gatos estresados o temerosos es ir al veterinario. Esto se debe a que el entorno desconocido, sumado a la presencia de extraños, puede hacer que su mascota sienta miedo e inseguridad. En estos casos, optar por el veterinario a domicilio puede ser la solución para que el animal se sienta más cómodo, ya que estará en un entorno conocido y familiar. Además, el servicio se realiza con cita previa y según la disponibilidad del tutor y del veterinario, lo que evita el periodo de espera dentro del box de transporte, que suele ser tortuoso para el gato. Es una buena opción para las consultas rutinarias y la actualización de vacunas, es decir, cuando no hay una situación de emergencia. La ausencia de algunas estructuras importantes, como los dispositivos para los exámenes y los centros quirúrgicos, puede ser un problema en algunos casos. Por lo tanto, antes de optar por el método, es importante evaluar las necesidades de su gato.
¿Es mejor llevar al gato a la consulta o recibir al veterinario en casa?
La respuesta a esta pregunta puede variar en función del comportamiento del gato. Cuando se trata de un gatito más estresado, por ejemplo, la visita del veterinario en casa puede ser la solución. De este modo, se evitan factores incómodos para su mascota, como el viaje en la caja de transporte y la presencia de animales y humanos extraños, que pueden provocar arañazos, mordeduras e incluso escapes. La consulta en la clínica veterinaria está más indicada para mascotas tranquilas y sociables o en un caso de emergencia, ya que sólo en el consultorio será posible garantizar todo el apoyo necesario para cuidar del animal. Así que ya lo sabes, ¿verdad? Antes de optar por un método, es importante evaluar las condiciones y particularidades de su gato.
