Analizando los problemas craneomandibulares

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Analizando los problemas craneomandibulares

Los problemas craneomandibulares son aquellos que afectan a la articulación temporomandibular (ATM) y a los tejidos que la rodean, como los músculos, los ligamentos y las fascias. Estos problemas pueden causar dolor, limitación de la movilidad, ruidos articulares y alteraciones de la oclusión dental. Suelen se atendidos en el instituto craneomandibular

Algunas de las causas más frecuentes de los problemas craneomandibulares son el estrés, el bruxismo, los traumatismos, las maloclusiones, las enfermedades inflamatorias y las alteraciones del disco articular. Para atenderlo se recomienda visitar fisioterapia atm barcelona

El diagnóstico se basa en la historia clínica, la exploración física y las pruebas de imagen, como la radiografía, la tomografía computarizada o la resonancia magnética. El tratamiento puede incluir medidas de autoayuda, como aplicar calor o frío, evitar alimentos duros o pegajosos, hacer ejercicios de relajación y estiramiento, y usar fármacos analgésicos o antiinflamatorios.

También se pueden emplear dispositivos bucales, como férulas oclusales o placas de relajación, que ayudan a proteger los dientes y a disminuir la presión sobre la ATM. En algunos casos, se puede recurrir a tratamientos más invasivos, como la infiltración de toxina botulínica, la artrocentesis o la cirugía.

Problemas craneomandibulares: Bruxismo

El bruxismo es el hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes sin una finalidad funcional. Puede ocurrir tanto de día como de noche, aunque el nocturno es más frecuente y difícil de controlar.

El bruxismo puede causar daños en los dientes, dolor de mandíbula, cabeza y oído, y trastornos del sueño. Algunas de las posibles causas del bruxismo son el estrés, la ansiedad, la ira, la frustración, los problemas de oclusión o las alteraciones del sueño.

El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica, la exploración física y las pruebas de imagen. El tratamiento puede incluir medidas de autoayuda, fármacos, dispositivos bucales o terapias psicológicas.

Analizando los problemas craneomandibulares

¿Cómo puedo evitar el bruxismo?

Para evitar el bruxismo, es importante reducir el estrés y la ansiedad que pueden provocar el apretamiento o rechinamiento de los dientes.

Algunas medidas que pueden ayudar son:

  • Relajarse antes de ir a dormir, evitando actividades que generen tensión o preocupación.
  • Practicar técnicas de relajación
  • Evitar el consumo de alcohol, cafeína y tabaco, especialmente por la noche, ya que pueden alterar el sueño y estimular los músculos de la mandíbula.
  • Cuidar la alimentación, evitando alimentos muy duros, pegajosos o ácidos que puedan dañar los dientes o irritar las encías.
  • Hacer ejercicios suaves de estiramiento y masaje de la mandíbula, el cuello y los hombros para aliviar la tensión muscular.
  • Usar una férula de descarga o un protector bucal por la noche para proteger los dientes y disminuir la presión sobre la articulación temporomandibular.
  • Consultar con el dentista o el médico si el bruxismo persiste o causa problemas graves, como dolor, desgaste dental o alteraciones del sueño.

Analizando los problemas craneomandibulares

Objetivo de la terapia para problemas craneomandibulares

La terapia para los problemas craneomandibulares tiene como objetivo aliviar el dolor, mejorar la función y prevenir el empeoramiento de las alteraciones de la articulación temporomandibular y los músculos masticatorios. La terapia puede incluir diferentes modalidades, según la causa, el tipo y la gravedad de los problemas.

Algunas de las opciones terapéuticas son

Medidas de autoayuda

Se recomienda evitar hábitos que puedan agravar los problemas craneomandibulares, como masticar chicle, apretar o rechinar los dientes, comer alimentos muy duros o pegajosos, o adoptar posturas inadecuadas. También se aconseja aplicar calor o frío en la zona afectada, hacer ejercicios de relajación y estiramiento, y controlar el estrés y la ansiedad.

Fármacos

Pueden utilizar analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares o antidepresivos para reducir el dolor y la inflamación, relajar los músculos y mejorar el estado de ánimo. Los fármacos se deben usar bajo prescripción médica y por el tiempo necesario.

Dispositivos bucales

Se trata de férulas oclusales o placas de relajación que se colocan sobre los dientes para protegerlos del desgaste, disminuir la presión sobre la articulación y favorecer una posición mandibular más adecuada. Los dispositivos bucales se deben ajustar por el dentista y revisar periódicamente

Terapia física o fisioterapia

Consiste en aplicar técnicas físicas para restaurar la función mandibular normal, aliviar el dolor musculoesquelético y acelerar la curación de los tejidos. La terapia física puede incluir masajes, movilizaciones, estiramientos, ejercicios, ultrasonido, electroterapia, láser o acupuntura.

Tratamiento quirúrgico: solo se indica cuando los métodos conservadores han fracasado o cuando hay una alteración estructural grave que impide el funcionamiento normal de la articulación. La cirugía puede consistir en infiltraciones de toxina botulínica, artrocentesis, artroscopia o artroplastia.

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