Si ha observado una repentina falta de apetito en su gatito, debe preguntarse: «¿Por qué mi gato no quiere comer?».
Este cambio de comportamiento puede estar relacionado con varios factores, y puede ser algo sencillo, pero también puede ser un indicio de algo más grave, por lo que es importante prestar mucha atención.
Cuando el gato no quiere comer, ¿qué puede ser?
Como se ha explicado anteriormente, las causas de la pérdida de apetito en su mascota pueden tener varios motivos, incluyendo factores internos y externos. Y, por tanto, en estos casos, se recomienda realizar una ecografía veterinaria para averiguarlo.
Aquí te indicaremos los más comunes para que puedas identificar el problema que debe estar molestando a tu gato.
En primer lugar, algunos factores externos pueden hacer que su gato deje de comer o disminuya la cantidad de comida ingerida. Véase más abajo:
Días de calor
Al igual que en el caso de los humanos, los días en los que la temperatura es muy alta pueden hacer que su gato se sienta aletargado, haciendo que su apetito disminuya.
Si su gato no quiere comer y sólo duerme, puede estar sintiendo los efectos del aumento de la temperatura. Por lo tanto, es posible que duerma más horas de lo habitual, pero eso no es motivo de preocupación.
También es importante vigilar la deshidratación en estas situaciones, poniendo a su disposición agua limpia en todo momento y permitiéndole el acceso a un lugar fresco y ventilado.
Cambios en la alimentación
Cambiar drásticamente el alimento que toma su gato puede hacerle perder el apetito, actitud que se conoce como neofobia alimentaria.
Como son animales exigentes en cuanto a su dieta, cualquier cambio de alimentación debe ser gradual, evitando también la aparición de problemas gastrointestinales.
Cambios en el territorio
Un factor que puede generar estrés en su mascota, haciendo que deje de comer, son los cambios de ubicación.
Su gato puede tardar en adaptarse a un nuevo entorno, y es normal que su comportamiento sea un poco diferente al habitual en esta situación.
Sin embargo, es necesario que el tutor busque minimizar cualquier efecto que pueda causar un cambio brusco, siendo interesante realizar las acciones de forma gradual cuando sea posible.
Cuestiones como la llegada de una nueva mascota, la presencia de extraños y los viajes son también situaciones en las que el animal es más propenso a sentirse estresado.
Envenenamiento o intoxicación
La ingestión de productos químicos o plantas nocivas para su mascota puede provocar falta de apetito, ya que ésta puede desarrollar diversas reacciones a este componente extraño en su organismo.
Ahora, cuando se trata de factores internos, algunas son las causas más comunes:
Bolas de pelo
La acumulación de pelo en el tracto gastrointestinal del animal puede hacer que se sienta mal y no se alimente correctamente.
Cuando esto ocurre, las bolas de pelo suelen eliminarse con las heces, resolviendo el problema.
Si su mascota presenta otros síntomas como: diarrea, tos excesiva y vómitos de pelo, debe estar alerta y contactar con su veterinario. Una forma de evitar que esto ocurra y moleste a su gato es cepillar el pelo de su mascota con regularidad.
Parásitos
Además de afectar a la salud de su mascota, pueden causar obstrucciones en el tracto gastrointestinal y debilitar el organismo del animal, dejándolo con falta de nutrientes.
Por lo tanto, hay que estar siempre atento a la aparición de parásitos, como gusanos y protozoos, y tomar las medidas necesarias en esta situación.
Gatos mayores
Los gatos de edad avanzada pueden perder el apetito debido a la pérdida de dientes y del olfato, interesándose menos por la comida.
Dolor o fiebre
La pérdida de apetito puede reflejar un malestar interno relacionado con el dolor o la fiebre. Estos síntomas pueden ser signos clínicos de una enfermedad y requieren que lo lleves a ver a un médico especializado, sobre todo si están asociados a vómitos, debilidad, diarrea y pérdida de peso.
Mi gato no quiere comer, ¿qué hacer?
En esta situación, está indicado mantener la calma.
Después de identificar la causa de la falta de apetito de su gato, busque la mejor manera de resolver el problema.
Si te preguntas «¿qué hacer para abrir el apetito de mi gato?», lee los siguientes consejos:
- Mantén sus citas con el veterinario y las vacunas al día, descartando la posibilidad de enfermedades e infecciones.
- Si está triste, anímale a realizar alguna actividad física.
- A muchos gatos no les gusta poner sus bigotes contra el borde de su cuenco de comida, así que da preferencia a los comederos grandes.
- Al final de la comida, recompénsalo. De este modo, asocia el acto de comer con algo positivo.
- Sin embargo, si su gato no quiere comer ni beber agua, puede ser un indicador de que ocurre algo más grave.
Con este comportamiento puede llegar a estar desnutrido y deshidratado, lo que puede causar graves problemas. Llevarlo a ver a un veterinario lo antes posible en esta situación.
¿Qué hacer cuando un gatito no quiere comer?
El destete y la transición a la alimentación sólida pueden ser una fase complicada para los gatitos.
Este cambio puede resultarles extraño, por lo que lo ideal es que sea gradual y que al principio los gatitos tengan acceso a un alimento más húmedo y suave, como los patés.
Ofrecer el pienso sin esta transición puede causar problemas gastrointestinales, sobre todo porque todavía es un sistema en desarrollo.
Mi gato no quiere comer y vomita
Los vómitos pueden estar asociados tanto a las bolas de pelo como a las enfermedades.
Este factor, junto con la pérdida de apetito, es un indicador de que su mascota puede sentirse mal.
Acudir a un veterinario para un tratamiento adecuado.
