Los viajes son un momento de relajación, felicidad y excitación. Todo lo que queremos es disfrutar de estos pequeños, pero memorables, días de disfrute, ya sea en la playa, una ciudad bulliciosa, o en lo profundo de la naturaleza, si eres de lo que busca paz y tranquilidad en las montañas.
Sin embargo, hay que estar conscientes de que durante el viaje pueden suceder accidentes desafortunados. Las cosas no siempre saldrán como lo planeamos y podemos lesionarnos, lastimarnos o, en el peor de los escenarios, requerir de cirugía.
Un seguro de viaje es una manera de protegerse financieramente a la hora de viajar. Muchas clínicas, y hospitales, no te atenderán a menos que tengas como pagar. Incluso si tu vida está en juego.
¿No sabes cómo elegir un seguro de viaje? No te preocupes. Te enseñaremos los elementos básicos a tomar en cuenta a la hora de contratar un seguro de viaje.
¿Cómo elegir un seguro de viaje?
El seguro es un instrumento que te permite cubrir financieramente los gastos asociados a la asistencia médica de los accidentes y siniestros.
La mayoría de estos seguros funcionan cuando los viajes son al extranjero. Puesto que se trata de un sistema de atención médica diferente, que no siempre podemos costearnos con el poco dinero que llevamos para disfrutar de nuestros días de relajación.
Lo que sucede es que hay ciertos elementos a tener en cuenta antes de contratar un seguro de viaje, ya que no todos funcionan igual. Algunos tienen coberturas y excepciones que valen la pena analizar antes de tomar la decisión final.
Por tal motivo, cuando vayas a tomar a seleccionar un seguro de viaje para filipinas, considera estos puntos:
Tipo de seguro
Como te veníamos contando, no todos los seguros de viaje son iguales. Estas pólizas varían en función de la naturaleza del viaje o las condiciones que establece la aseguradora. Hay cientos de pólizas, y más si tomamos en cuenta los extras y excepciones. Los más comunes son los siguientes:
- Viajes cortos (menos de 15 días), viajes de media duración (más de 30 días) y viajes largos (al menos 90 días)
- Viajes dentro del país, viajes para el extranjero. Aquí siempre hay ciertas condiciones sobre los países compatibles con el seguro.
- Para ciudadanos, extranjeros, o extranjeros con permiso de residencia.
- Demora de viaje
- Artículos de valor perdidos
- Asistencia legal profesional en el extranjero
Como ves. Son múltiples los tipos de seguro. Esto complica aún más nuestra decisión. Lo más inteligente es conocer nuestras necesidades.
Desde la duración del viaje, hasta cuál es tu destino y la condición en la que te encuentras. También considera si quieres agregar eventualidades fuera de tu salud, como demora del avión o que tus maletas se pierdan.
Cobertura
Más allá del tipo de póliza, lo que realmente importa a la hora de contratar esta herramienta de seguridad financiera, es qué tanto cubre en términos de atención médica. Es decir, los incidentes y accidentes que asisten, así como las revisiones y exámenes que entran a la hora de activar el seguro para que los centros procedan a atenderte.
Las coberturas comunes son:
- Atención médica emergencia
- Chequeos y limpiezas
- Exámenes de emergencia
- Exámenes de rutina
- Traslado al hospital
- Evacuación de regreso al país
- Equipaje perdido
- Asistencia legal
Lo que hacen las aseguradoras es ofrecer un paquete de póliza general con soluciones mínimas, como atención médica de emergencia, pero el resto de coberturas lo limitan.
Por ejemplo: atención médica de emergencia, pero sin chequeos, limpiezas, ni traslados al hospital. De esta manera, tienes que ir agregando coberturas a tu seguro, y, por tanto, gastar más dinero.
Nuestra recomendación es que evalúes muy bien las características del viaje y las probabilidades de que estos siniestros sucedan.
Excepciones
Las pólizas de viaje, habitualmente, vienen con excepciones. Es decir, que no cubren ciertos percances durante el viaje. Es por eso que debes conocerlo e incluirlo a las cosas que se necesita para ser mochilero o turista en tus próximas vacaciones.
Las excepciones más comunes incluyen:
- Si fue durante la práctica de actividades deportivas
- Si hay condiciones médicas previas
- Embarazo
- Lesiones autoinfligidas
- Enfermedad mental
- Cáncer
- Suicidio
- Reclamaciones derivadas de países en guerra
- Discapacidades
Esto es importante, ya que si bien tu póliza cubre un hueso roto, pero sucedió mientras practicabas esquí, no te lo cubre. Hay que estar muy pendiente con eso.